miércoles, mayo 30, 2007

Baila como si nadie te estuviera mirando

"Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después...
Después de terminar la carrera, después de conseguir trabajo, después de casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener otro.

Luego nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente grandes, y pensamos que seremos más felices cuando crezcan y dejen de ser niños, después nos desesperamos porque son adolescentes, difíciles de tratar. Pensamos: Seremos más felices cuando salgan de esa etapa. Luego decimos que nuestra vida será completa cuando a nuestro esposo o esposa le vaya mejor, cuando tengamos un mejor coche, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando consigamos el ascenso, cuando nos retiremos...

La verdad es que no hay mejor momento para ser feliz que ahora mismo. Si no es ahora ¿cuándo? La vida siempre estará llena de luegos, de restos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices ahora de todas formas. No hay luego, ni un camino para la felicidad, la felicidad es el camino y es ahora. Atesora cada momento que vives, y atesóralo más porque lo compartiste con alguien especial; tan especial que lo llevas en tu corazón y recuerda que el tiempo no espera por nadie.

Así que deja de esperar hasta que termines la univerdidad, hasta que te enamores, hasta que encuentres trabajo, hasta que te cases, hasta que tengas hijos, hasta que se vayan de casa, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche o hasta el domingo por la mañana, hasta la privamera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que justamente éste para ser feliz. La felicidad es un trayecto, no un destino.

Trabaja como si no necesitaras dinero,
ama como si nunca te hubiesen herido,
y baila como si nadie te estuviera mirando."

PD: Le dedico éste texto a las dos personas que más feliz me han hecho últimamente. No las menciono porque ya saben quienes son y por qué.

Espero que esto sirva para que dejen de preocuparse en exceso por las cosas,
intenten ser felices y transmitan su felicidad a la gente que les rodea.
Saludos a los que sigan esta recomendación, cuando vea que la gente empieza a sonreir en la calle, el trabajo, el metro o autobús, sabré que alguien lo ha hecho.

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